domingo, 29 de julio de 2007

Abya Yala es el nombre dado al continente americano por las etnias kuna de Panamá y Colombia antes de la llegada de Cristóbal Colón y los europeos. Aparentemente, el nombre también fue adoptado por otras etnias americanas, como los antiguos mayas. Hoy, diferentes representantes de etnias indígenas insisten en su uso para referirse al continente, en vez del término "América". Quiere decir "tierra madura", o según algunos "tierra viva" o "tierra en florecimiento".
El uso de este nombre es asumido como una posición ideológica por quienes lo usan, argumentando que el nombre "América" o la expresión "Nuevo Mundo" serían propias de los colonos europeos y no de los pueblos originarios del continente.

En un mundo contemporáneo, donde producto de los miles de miles de estímulos que recibe el ser humano día a día su “pensamiento” se ha visto distorsionado y corrompido. Donde la tendencia cada vez mas es al aislamiento, al encierro y al egoísmo no por rechazo al otro sino que simplemente por no conocer y reconocer la existencia del otro.
“ABYA YALA... encuentros y desencuentros” es una obra que toma como fuerzas motoras la “unión”, el “encuentro” y la “armonía” donde se pretende plantear un discurso optimista e incluyente con respecto a las relaciones humanas en nuestros tiempos. Poniendo a modo de juicio y afirmación que “todos los seres humanos en esencia somos lo mismo y que la esencia se puede llegar a modificar, pero nunca cambiar”
La obra nos sumerge en el quehacer diario de dos personajes, quienes viven en un mismo edificio pero en departamentos / territorios diferentes, donde vemos que realizan reiteradamente una especie de rutina a la cual están condicionados. Pero llega un minuto en que sus vidas confluyen en un mismo lugar, una misma hora, un mismo día y bajo una misma circunstancia. Lo cual lleva al desenlace del conflicto de la obra. Estos personajes, incomunicados debido a estas barreras “territoriales”, están tan sesgados que ni siquiera reflexionan acerca de la posibilidad de la existencia de algún otro, algún “vecino” . Pero tras el suceso que
viven ambos personajes se ven obligados a conocerse, comunicarse, reconocerse, modificarse y trascender al estilo de vida que solían llevar.
El discurso que plantea la obra apela a que las barreras territoriales, espaciales, lingüísticas, corporales, etc. no son el real impedimento para establecer vínculos entres los seres, ni la excusa de la no relación, sino que el real impedimento y enemigo de las relaciones es “el pensamiento”, no es el cuerpo, no es la emoción, es el pensamiento.

“ABYA YALA... encuentros y desencuentros” pretende, así, plasmar que el cuerpo como tal es la expresión más pura de comunicación, interacción e integración. El cuerpo siempre acciona y reacciona, el cuerpo siempre comunica y significa, el cuerpo no emite juicios ni impone barreras, simplemente se modifica de acuerdo a los estímulos que percibe.

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